Observo tu río desde la orilla,
Mi balsa es la fuente y vos su brotar
Y el temblar de mis manos alcanzan tu luz.
Descubro de nuevo un viejo horizonte
Y con las estrellas puedo bailar
Mi lugar en el mundo es donde quieras estar
Con tu pelo que envuelve,
Tu caricia visual
Que es sólo para mí, existir.
Si todo era oscuro me diste lunas,
Y en tardes verdes puedo viajar,
Al mirar esos ojos que incitan mamar.
Le prestás tu nombre a bellas flores,
Que en cestas de mimbre adquieren voz,
Sueño estar acostado en tu regazo de mar.
Con tu pelo que envuelve,
Tu caricia visual
Que es sólo para mí, existir.
Mirando celosos latir al tiempo,
No puedo olvidarme de que tu amor
Es real y que siempre te debo esta canción
jueves, 18 de junio de 2009
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